
Hoy leyendo el periódico venía un artículo sobre la
música y los niños. Enseguida me vino a la mente las veces que nos repetían en
la carrera lo importante que era ésto. Lo cual me hizo pensar en mi
familia y en cómo mis hermanos y yo crecimos en un ambiente musical.
Mi padre era músico
en la banda junto a mi hermano ,el cual a la vez era músico junto a un grupo de
amigos, mi madre cantaba y canta en una coral y mi hermana y yo tocábamos el piano
, lo cual hizo que estudiáramos magisterio musical. En fin como dice mi marido “Los trotamúsicos”.
Desde bien pequeña
recuerdo las melodías del clarinete de mi padre sonar por la casa y a mi madre
cantando siempre mientras limpiaba, cocinaba… todavía en las reuniones
familiares formamos nuestra orquesta particular, igual nos cantamos la misa
pastoril que la baturra.
Subíamos al coche y
no faltaba la marcha militar, el pasodoble, a Mozart…Hasta el punto que siendo
pequeños ya las distinguíamos porque mi padre sin proponérselo nos trabajaba la
discriminación auditiva con preguntas como “¿cómo se llamaba ésto?”, “¿Quién
fue el compositor?”, “¿en qué compás está?”…En cuanto aprendimos a leer ya nos
inició en el solfeo, mi papi fue nuestro primer maestro de música; ahora lo va
a ser de mis hijos.
Los tres
crecimos en este ambiente, por ello los
tres somos músicos y tenemos trabajos relacionados con la música y gracias a la
música.
Pero tengo que decir
que mi hermano es el claro ejemplo de que la capacidad musical de un individuo
también está relacionada con lo innato, ya que él creció en el mismo ambiente que nosotras y es un
gran músico ya que tienes grandes dotes , porque igual toca la batería, que el
piano, que el violín…, lo que sea. Sin estudios de piano lo toca mejor que yo!!.
Con mis alumnos
también la pongo en práctica, cuando están alterados mejor que un grito una
musiquilla de relajación, mientras hacen manualidades música actual , para
ellos y me hace gracia como alguno está en la silla y se le va el cuerpo al
oírla, entonces hacemos un ratito de baile para desfogarse del todo.
Los primeros tres
años de la vida de un niño representan un periodo importante en el futuro de
todo individuo, ya que allí se establece esa relación especial entre padres e
hijos llamada “apego”, la música puede contribuir a fortalecer este vínculo y
lograr que se convierta en una relación sana y operativa. En todo el mundo, cuando los padres le hablan
a sus hijos pequeños, ajustan sus voces para hacerlas más suaves, más rítmicas,
más musicales.
La música puede ser
un vehículo para el desarrollo integral del niño que abarque las áreas
cognitiva, social, emocional, afectiva, motora, del lenguaje, así como de la
capacidad de lectura y escritura.
La música provoca:
.Aumento en la
capacidad de memoria, atención y concentración de los niños.
• Mejora la habilidad
para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos.
• Es una manera de
expresarse.
• Introduce a los
niños a los sonidos y significados de las palabras y fortalece el aprendizaje.
• Brinda la oportunidad
para que los niños interactúen entre sí y con los adultos.
• Estimula la
creatividad y la imaginación infantil.
• Al combinarse con
el baile, estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular.
• Provoca la evocación
de recuerdos e imágenes con lo cual se enriquece el intelecto.
• Estimula el
desarrollo integral del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo.
Acabaré diciendo que
la música es alegría y siempre que podamos tenemos que recurrir a ella.
¡VIVA LA MÚSICA!