¿A qué juegan hoy día los niños? Echando un vistazo a los patios de los colegios, o a los parques podremos observar cómo ha cambiado
el cuento.
Los que tenemos hijos podemos observarlo también en casa. A los míos les encanta que les cuente cosas de cuando yo era niña, entre esas cosas aprovecho y les enseño juegos.
En el colegio también hemos llegado a fomentar la práctica de todos esos juegos tradicionales, es una tarea muy interesante y a los peques les encanta.
Desde bien pequeñitos tienen de todo y casi todos tienen ya todas las consolas habidas y por haber, porque claro " mi hijo no va a ser menos que el vecino" , yo no opino así y mis hijos tienen una y regalada, la cual tengo bajo llave y sólo sacamos el fin de semana si es que se acuerdan. La mayoría de niños, por lo que hablo con otras madres son capaces de estar un día entero sin salir de casa jugando con estos "trastos" o viendo la tele. Yo lucho contra ello ¿cómo? Obligándoles a jugar en determinados momentos y controlandoles el uso de todos esos aparatos tecnológicos.
En mi adolescencia quedábamos el grupo de amigos en la plaza del pueblo para organizar salidas, fiestas,...o si simplemente para pasar la tarde hablando de nuestros temas. Ahora no es así, no les hace falta este contacto humano porque todos tienen mòviles y ordenadores con WhatsApp, Messenger, Face, Twitter, Tuenti,... Todo esto no está mal, pero me parece algo tan frío para determinados temas.
Esta es la nueva era y lo que muchos llaman progreso, aunque si pasamos este tema a los adultos es ídem de lo mismo, yo diría que peor porque ya hay más conocimiento y uso de razón. Con estos móviles que lo llevan prácticamente todo se pueden pasar horas, incluso van por la calle andando y con el dedico sin parar. Con lo bonito que es entablar una conversación directa e in situ, pues no, prefieren estar "tiqui- tiqui" mientras los de su alrededor están hablando, riendo o intercambiando ideas, apartándose así de la gente. Qué aburrido!! Yo también tengo mis aparatitos pero los suelo utilizar en mi casa y cuando estoy sola, porque es verdad que enganchan y prefiero aprovechar el tiempo con los míos, jugando a la oca o al parchís, ya que estamos hablando de juegos.
Cerremos por unos segundos los ojos y pensemos a qué jugábamos en nuestra infancia, o con qué, o dónde. Seguro que en lo primero que hemos pensado todos ha sido en la calle. Todos los juegos los realizábamos en ella y siempre con otros niños, ademàs requerían la actividad física y sobretodo mucha imaginación. Jugábamos a la goma, la comba, a pillar, al escondite, a las canicas, los cromos, las 4 esquinas, las estatuas, el pañuelo ... Qué raro ver hoy día a los niños jugando a estos juegos!! El viernes me quedé un poco perpleja al observar a mis hijos jugar con sus amigos en el parque, ya que estaban jugando al !pollito inglés¡ ; otro juego de antaño. Me dio alegría.
Con los juegos tradicionales trabajábamos el conocimiento de nuestro propio cuerpo, la socialización, la identidad y autonomía personal, la flexibilidad, la percepción espacio-temporal, el respeto a unas normas... Todo importantísimo.
Con los juegos de hoy día ejercitan sobretodo los pulgares e índices y la mente poco.
Como siempre hablo en general y ciñéndome a lo que predomina.
Yo el juego que más recuerdo haber jugado en el patio del cole era a churro,algo peligroso, por cierto. Pero lo pasábamos bomba. A la goma también jugábamos bastante mientras entonábamos "el campesino" o " patiné". En nuestras mochilas y entre los libros siempre llevábamos una goma para el ratito del patio.
En casa estábamos lo justito, tambièn jugábamos pero preferíamos la calle y el aire libre.
Diría que hoy día los niños no saben jugar, muchos se aburren debido a que esa creatividad que antes fortalecíamos gracias a esos tipos de juegos ahora la tienen anulada, porque no les hace falta para los juegos que practican hoy. Pues suelen ser juegos solitarios y poco activos.
A los míos, como a la mayoría, les gusta la TV y si los dejara podrían estar horas frente a ella, las consolas también, los móviles y demás los manejan mejor que yo; han nacido con ello y no los podemos apartar, pero desde mi punto de vista y en las edades de los míos es más enriquecedor el otro tipo de juegos. Entonces, como dije anteriormente, les obligo a jugar, bien con sus juguetes o entre ellos a sus cositas, o a la calle y al parque con las bicis. Una de las ventajas de los pueblos es ésta, que todavía se puede jugar en la calle.
Siempre diré que es un error el tener canales con programación infantil las 24 horas del día, en nuestra infancia existía el horario infantil; tanto progreso no es bueno.
Los padres debemos jugar con ellos, somos sus primeros compañeros de juegos. Una labor más de las tantas que tenemos que hacer al cabo del día. Muchos padres dicen "cuándo voy a jugar con mi niño si de 9 a 5 está en el cole y mientras lo recojo, merienda y demás ya es la hora de dormir" y tienen razón por eso me mantengo fiel a la idea de que paséis el mayor tiempo posible con vuestros hijos para poder jugar y a la vez disfrutarlos, que estos maravillosos años pasan muy rápido. Cuando no hay más remedio de que pasen parte del día en coles o guarderías habrá que hacer todo lo posible por buscar estos huecos para ellos, pero si es por comodidad de los padres no saben lo que se están perdiendo. Para mí es un lujo y una suerte el tener que hacerles de comer todos los días, porque a la vez los estoy disfrutando, no me pierdo ni un segundo en sus vidas; es verdad que no paro y que es trabajo, pero lo prefiero. Ese ratito de la comida es único, me cuentan todas sus batallitas del cole y demás. Yo confesaré que sí juego con ellos de vez en cuando y me lo suelen pedir, sobretodo para jugar al escondite por la casa, les encanta, pero me puedo librar porque al ser dos y de edades tan cercanas casi no les hago falta para el juego y siempre llevan sus historias.
El niño juega desde que nace, en los primeros meses el cuerpo es el mejor juguete del bebé , a la vez que va descubriendo sus diferentes partes le sirve de entretenimiento y después su madre, que suele ser la que más tiempo está con él. Es increíble como con sólo tres meses mi hijo pequeño ya reclama su ratito de juego, le encanta que le digamos cositas mientras nos muestra unas sonrisas acompañadas de gorgoritos.
El jugar es necesario para un niño, cuando hablo de jugar me refiero al juego que requiere un esfuerzo bien físico, creativo o manipulativo; no a mover los deditos matando marcianitos; para mí eso no es jugar.